La escuela de Castro
La iniciativa de un ex guerrillero saharaui fue el origen de la construcción del primer centro para niños discapacitados en un campamento de refugiados. La obstinación y la abnegación de Castro fueron el punto de partida para hacer visible un problema social que las autoridades saharauis han tenido que afrontar en el exilio.
Gracias a este trabajo, así como la cooperación y a la solidaridad internacional, hoy ya son seis las escuelas que están en funcionamiento. La existencia de un centro en cada wilaya –subdivisión administrativa del campo de refugiados saharauis- demuestra la posibilidad de superar la marginación y la exclusión social, incluso en las condiciones de vida más duras.
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